Centro de Formación marítimo-pesquera

Un edificio en tierra,
cuya actividad se centra en el mar…
…Ocupará un espacio ambiguo, con voluntad de pertenecer a ambos mundos, por lo que
su geometría y aspecto participarán de la dicotomía establecida entre ambos.
Formalmente el proyecto posee un centro geométrico a partir del cual crece adaptándose
a la envolvente dada.
Así tenemos un primer límite, configurado por el cierre del patio, con una geometría casi
ideal: un triángulo equilátero. La pulsión interna de extenderse por todo el solar le llevará a
apropiarse de los vértices que éste presenta. La geometría de este cuerpo está a medio
camino entre el anfibio y la escafandra, entre el pez y el submarino, en definitiva entre lo
natural y lo artificial.
Su piel, húmeda y cambiante, parte de una cubierta aljibe; una delgada lámina que rebosa
agua hacia las fachadas exteriores, por donde resbalará a través de una superficie áspera,
rugosa. La piel del edificio se poblará de finas algas cuya densidad y cromatismo variarán
a lo largo del año. El ciclo vital de las algas será el que defina la presencia del nuevo
edificio y su propio ciclo vital.