Casa del Pueblo en Pastriz

El proyecto es, antes que un solo edificio, un recorrido que coloniza la parcela en toda su profundidad; un paseo que marca el tránsito entre el tejido histórico y lo que serán el nuevo barrio de Pastriz, donde la Casa del Pueblo actuará de avanzadilla.

Inspirados por la cercana reserva natural de los Galachos de la Alfranca, el diseño de los jardines y el paseo reproducen la lógica del meandro tal y como la poetiza Le Corbusier en su Poema del Ángulo Recto. El río va horadando el terreno, curvando hasta la extenuación el recorrido hasta el punto en el que surge la clarividencia y el río vuelve a tomar la línea recta con fuerza.
Nuestra propuesta entrecruza lo edificado con el jardín. Se puede recorrer disfrutando del encuentro en zig-zag con los jardines-meandro o, por otro lado, rápidamente siguiendo la línea recta hacia los programas edificados.

A lo largo del recorrido nos encontramos varias edificaciones. Tras el telón de la fachada histórica, el primer edificio podría destinarse a oficinas municipales. El pasaje bajo éste, pronto nos desvela un pequeño local que podría bien ser un kiosco de prensa. El siguiente podría destinarse a un local comercial de doble planta. Tras él nos encontraríamos un cafetería, una biblioteca y una tienda de flores. Al final del paseo nos encontraríamos a la Casa del Puesblo. Su tamaño, el mayor de todos, conformará un edificio de referencia para la nueva urbanización que le rodeará.

El diseño de La Casa del Pueblo se ha realizado de forma que pueda albergar distintos eventos simultáneamente, gracias a la flexibilidad de su distribución.
Todos los servicios se condensan en una franja situada al este (comunicaciones verticales y aseos) dejando a disposición de las necesidades los espacios situados al oeste. Unas compartimentaciones de tabiques correderos hacen posible que varios espacios se agrupen o dividan en función de las necesidades.